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Primer Jutba:
Alabado sea Al-lah, Quien creó los cielos y la tierra, originó las tinieblas y la luz, Glorificado sea Aquel que creó la muerte y la vida para probarnos y distinguir quién de nosotros obra mejor. Él es Poderoso, Absolvedor. Las alabanzas son para Al-lah, Quien estableció leyes para Sus siervos y las facilitó, los invitó a aquello que limpiará sus almas y los purificó; y atestiguo que no hay nada ni nadie con derecho a ser adorado excepto Al-lah, Único, sin asociados, Suyo es el reino y las alabanzas, y todo ocurre ante Él bajo un decreto predeterminado; y atestiguo que Muhammad es Su siervo y Mensajero, aquel que albrició y advirtió, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, con su familia y compañeros y con todos aquellos que sigan su guía hasta el Día del Juicio.
¡Oh hombres! Temed a Al-lah, Alabado sea, Quien dijo: {¡Oh, hombres! Por cierto que la promesa de Al-lah es verdadera [seréis resucitados y juzgados]. Que no os alucine la vida mundanal [y sus placeres], y que el Seductor [Satanás] no os engañe respecto a Al-lah [haciéndoos cometer pecados]. Ciertamente Satanás es para vosotros un enemigo, tomadlo pues, como un enemigo; él seduce a sus seguidores para que se cuenten entre los moradores del Infierno.} [Corán 35:5-6] Así pues, el Día del Juicio Satanás se desentenderá de ellos y les dirá: “Ciertamente la promesa que Al-lah les hizo era verdadera, pero en cambio yo les hice promesas que no cumplí. Sepan que yo sólo tenía poder para seducirlos mediante susurros, y fueron ustedes quienes me siguieron. No me culpen ahora, sino que repróchenselo a ustedes mismos. Yo no puedo socorrerlos en nada ni tampoco ustedes a mí”; entonces se lamentarán y dirán: “Si hubiéramos oído o razonado, no estaríamos ahora con los condenados al Fuego”.
¡Oh Musulmanes! Es parte de la enemistad de satanás el pintarles la peor y más horrorosa imagen del Islam para que así se alejen de él. Les retrata el Islam como algo que priva la libertad, oprime a las personas, impide avanzar y disfrutar; así es como nos retrata satanás nuestra religión, para que no la sigamos y nos apartemos de ella. De ahí que la persona racional, cuando reflexiona sobre esta religión de forma justa y con conocimiento, se da cuenta de que el Islam es inocente de todas estas acusaciones y es lo contrario a todas estas características, puesto que es la religión de la verdadera libertad equilibrada, de la facilidad, la sencillez, el desarrollo y la felicidad.
El Islam se basa en cinco pilares: Atestiguar que no hay nada ni nadie con derecho a ser adorado excepto Al-lah y que Muhammad es Su Mensajero, establecer la oración, pagar el Zakat (contribución social obligatoria destinada a los más necesitados), ayunar el mes de Ramadán y Peregrinar al recinto sagrado de la Meca. Y estos cinco principios son muy sencillos y fáciles, todos ellos tienen como objetivo perfeccionar nuestros modales, purificar nuestros corazones y corregir las diversas situaciones que se presenten en la vida de las personas.
Dar testimonio de no adorar a nada ni nadie excepto a Al-lah implica liberar el corazón de cualquier tipo de adoración a un ser creado, para así restringirla solamente a Al-lah, el Señor del Universo, Aquel que te favoreció con la existencia y el sustento. Tú para Él eres un siervo, pero para los demás eres una persona libre, y es una gran necedad desprenderse de la adoración a Al-lah y convertirse en esclavo de las pasiones o de algún ser creado. El testimonio de que Muhammad es el Mensajero de Al-lah implica liberarse del seguimiento ciego a alguien y restringirlo solamente en el Mensajero del Señor del Universo, aquel al que le fue ordenado transmitir el Mensaje y al que nos fue ordenado seguir; y el Día del Juicio se le preguntará si transmitió el Mensaje y a nosotros se nos preguntará si lo seguimos: {Ciertamente interrogaremos a los Mensajeros y a los pueblos donde fueron enviados.}[Corán 7:6], y no hay duda de que toda persona obrará según un camino determinado, ya sea el camino de los Profetas o el camino de los desviados, así que mira bien qué camino es el de la guía y el más recto.
En cuanto a establecer la oración, ¡qué sencillo y qué fácil es! ¡Qué gran beneficio tiene sobre el corazón, el cuerpo, las personas y la sociedad! Es una unión entre el siervo y Al-lah, Glorificado sea. Nos presentamos ante Él con humildad, sumisión y acercándonos con aquello que nos ha legislado, Le suplicas aquello que nos beneficiará en esta vida y la otra; hace crecer la fe, elimina los pecados, nos une con los piadosos, es una ayuda para los asuntos religiosos y mundanales, y nos preserva de cometer actos inmorales y reprobables.
Con lo que respecta a pagar el Zakat, este es un impuesto social obligatorio que va destinado a los más pobres de entre los hermanos musulmanes y a difundir más el Islam. ¡Qué fácil es y qué gran beneficio tiene! Purifica a su dueño de todo acto inmoral y de los grandes pecados, ya que la caridad extingue el pecado tal como el agua extingue el fuego. Es una cantidad insignificante (el 2,5% de oro, plata o dinero que posea la persona; siempre y cuando la cantidad alcance el valor del Nisab (monto mínimo por debajo del que no está requerido el pago del Zakat; mientras que si la riqueza de una persona lo supera, el Zakat se convierte en obligatorio) para la plata o más, y haya estado en su posesión durante un año lunar completo, es decir, 354 días; entonces debe pagar de ello por cada 1000 dólares, 25 dólares (es decir, el 2,5 %), para que sea entregado a los beneficiarios que indica la ley islámica).
En cuanto al ayuno del mes de Ramadán, es un mes al año en el que se deja de comer, beber y mantener relaciones sexuales con la esposa, desde que sale el sol hasta que se pone, acercándonos con ello a Al-lah, Alabado sea, y priorizando Su complacencia sobre los deseos, y otros beneficios más.
Y respecto a la peregrinación, esta es obligatoria una vez en la vida para quien tenga los medios físicos y económicos para ello. Es dirigirse al recinto sagrado de la Ka’ba para así cumplir con los ritos de la peregrinación y engrandecer de esta forma a Al-lah y adorarlo, suplicándole por toda necesidad religiosa o mundanal que se tenga. No te imaginas el gran amor que siente el siervo al visitar el recinto de su amado, por estar cerca de Él en estos lugares tan grandiosos y adorarlo; y muchos otros beneficios.
Hermanos musulmanes, tienen que saber que el Islam es una gran honra y orgullo para su gente, ya que insta a los buenos modales, nos preserva de toda actitud inmoral y exhorta hacia todo lo bueno. Dice Al-lah, Alabado sea: {Él es Quien os ha hecho propicia la Tierra [para que viváis en ella]. Transitad, pues, por sus caminos y comed de Su sustento, y sabed que compareceréis ante Él} [Corán 67:15]. {Él es Quien creó para vosotros todo cuanto hay en la Tierra, luego se propuso la creación del cielo e hizo de éste siete cielos [superpuestos]; y Él es conocedor de todas las cosas} [Corán 2:29]. {Y os sometió cuanto hay en los cielos y la Tierra por Su gracia. Ciertamente en esto hay signos para quienes reflexionan} [Corán 45:13]; y el Profeta, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, dijo: “El creyente fuerte es mejor y más amado por Al-lah que el creyente débil, y en ambos hay bien”, y dijo: “Preocúpate por aquello que te beneficiará, busca ayuda en Al-lah y no seas incompetente. Si te acontece algo, no digas: ‘Si hubiera hecho tal cosa, hubiera sido tal…’, ya que el ‘Si’ (condicional) abre las puertas a satanás (de susurrarte para no estar complacido con el decreto de Al-lah)”. ¿Acaso después de todo esto hay alguna prueba o evidencia de que esta religión no es la religión de la Verdad, el desarrollo, la sencillez y la facilidad? En ella no hay falsedades ni dificultades ni retraso; sino que hay Verdad, facilidad, desarrollo para el bien y prevención del mal. Y si alguien tiene alguna duda sobre esto, que le eche un vistazo a nuestra historia y a nuestros distinguidos predecesores, quienes conquistaron los corazones a través de la creencia verdadera y el conocimiento correcto, y conquistaron naciones a través de la verdad y la justicia.
Le pedimos a Al-lah, Glorificado sea, que nos enseñe nuestra religión y que nos conceda aferrarnos a ella hasta que nos llegue la muerte, ciertamente Él es Magnánimo, Generoso.
Que Al-lah, Glorificado sea, nos bendiga con lo que leamos y entendamos del Corán, y nos beneficie con la compresión de Sus sabios signos.
Le pido a Al-lah, Glorificado sea, perdón por nuestras faltas. Háganlo ustedes también.
Segundo Jutba:
Las alabanzas son para Al-lah, tan numerosas como Él ha ordenado, Le agradezco, pues ha decretado el aumento de bendiciones para quien sea agradecido; y atestiguo que no hay nada ni nadie con derecho a ser adorado excepto Al-lah, Único, sin asociados, aunque ello disguste a los asociadores e incrédulos. Que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con el Mensajero de la guía, Muhammad Ibn Abdullah, su familia y buenos compañeros.
Procediendo:
¡Oh Musulmanes! Teman a Al-lah y sapan que satanás es para ustedes un enemigo; tómenlo, pues, como un enemigo. Él seduce a sus seguidores para que se cuenten entre los moradores del Infierno, y el Día del juicio se desentenderá de ellos y dirán: “Si hubiéramos oído o razonado, no estaríamos ahora con los condenados al Fuego”.
Es parte de la enemistad de Satanás el pintarles la peor y más horrorosa imagen del Islam les retrata el Islam como algo que priva la libertad, oprime a los siervos, impide el avance y desarrollo, etc., etc.; pero la persona racional, si reflexiona lo más mínimo, se dará cuenta de que el Islam es una religión de facilidad y sencillez, insta a la reflexión, al desarrollo y a buscar todo lo bueno.
¡Oh musulmanes! El Islam se basa en cinco pilares: Atestiguar que no hay nada ni nadie con derecho a ser adorado excepto Al-lah y que Muhammad es Su Mensajero, establecer la oración, pagar el Zakat (contribución social obligatoria destinada a los más necesitados), ayunar el mes de Ramadán y peregrinar al recinto sagrado de la Meca para quien tenga los medios físicos y económicos para ello.
Todos estos pilares son sencillos y de fácil cumplimiento, ¿acaso es difícil atestiguar con la lengua la firme creencia en el corazón de que no hay nada ni nadie con derecho a ser adorado excepto Al-lah y que Muhammad es Su siervo y Mensajero? ¿Acaso se considera una privación de la libertad el hecho de ser un siervo del Señor del universo, Aquel que nos ha creado y sustentado, que nos ayuda y dispone para todo lo que necesitamos, además de prepararnos para todos nuestros asuntos? ¡Por Al-lah que no! Esta es la verdadera libertad, y lo que sí es una privación de la libertad es ser un esclavo de las pasiones, del dinero o de fulano y mengano.
¿Acaso es una privación de la libertad el ser un seguidor del Mensajero de Al-lah, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él? Aquel cuyo modo de vida (en árabe Sunna) está basado en el equilibrio y apartado de todo tipo de extremismo y negligencia, así como de acciones precipitadas sin tener en cuenta sus consecuencias; ni tampoco incita a la pereza ni a descuidar los asuntos, es un camino equilibrado sin defecto ni exageración alguna. Por eso, toda persona que no siga al Mensajero de Al-lah, que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, inevitablemente caerá en el seguimiento de alguien que se ha desviado del camino recto –ya sea su ego u otra persona imperfecta como él–. ¿Qué otra cosa hay fuera de la Verdad sino el extravío?
¡Oh Hombres! ¿Acaso es algo difícil rezarle a Dios cinco veces a lo largo del día y la noche? Gracias a estas oraciones te deleitas recordando a tu Señor, vivificas tu corazón estando cerca de Él, le pides todo lo que necesitas de esta vida y la otra, el momento en el que estás más cerca de tu Señor es cuando estás postrado; y además de todo esto, estas cinco oraciones solamente requieren de muy poco tiempo para realizarlas y están dispuestas en diferentes momentos del día y la noche para que no te canses realizándolas todas de una sola vez y para que este lazo de unión con tu Señor permanezca más tiempo, además de muchos otros beneficios para el corazón, la creencia y la gran recompensa de tu Señor. Las cinco oraciones expían los pecados que se cometan entre ellas, siempre y cuando no se cometan los grandes pecados, te preserva de cometer actos inmorales y reprobables, es una luz para el corazón, el rostro, la tumba y el Día del Juicio.
Hermanos musulmanes, ¿acaso es algo difícil que la persona entregue una parte del dinero con el que Al-lah la ha bendecido, para ayudar a sus hermanos necesitados y endeudados o en pro del Islam y los musulmanes? El Zakat es algo muy simple (por cada 1000 dólares, 25 dólares, es decir, el 2,5 %, para que sea entregado a sus beneficiarios), ¿acaso hay dificultad en esto? Mientras que vemos que en los Estados tiranos que no gobiernan con la ley de Al-lah obligan a las personas a pagar impuestos por todo tipo de cosas. ¡Alaben, pues, a Al-lah por esta gran bendición que es el Islam, y pídanle que nos mantenga firmes sobre esta religión y nos preserve esta gran bendición!
¡Oh musulmanes! ¿Acaso es algo difícil que la persona ayune un solo mes de todo el año acercándose con ello a Al-lah, reconociendo el gran favor de Al-lah al sustentarlo y permitirle perfeccionar su adoración, dejando aquello que desea su ego a cambio de complacer a su Señor? Y además de todo esto, el ayuno tiene innumerables beneficiosos.
¿Es algo difícil que el siervo cumpla el pilar de la peregrinación al menos una vez en su vida si tiene los medios físicos y económicos para ello? Adorando de esta forma a Al-lah al cumplir con los actos de la peregrinación, respetando los preceptos de Al-lah y los ritos del Hayy, juntándose con sus hermanos de todos los rincones del mundo, conociéndose unos a otros y beneficiándose mutuamente; además de todo esto, el que realice la peregrinación y no diga ninguna palabra obscena ni cometa ningún pecado, regresará limpio de sus pecados como en el día en que su madre lo dio a luz, y una peregrinación correcta no tiene otra recompensa salvo el Paraíso.
¡Hermanos musulmanes! El Islam nos insta a todo desarrollo beneficioso, dice Al-lah, Alabado sea: {Él es Quien os ha hecho propicia la Tierra [para que viváis en ella]. Transitad, pues, por sus caminos y comed de Su sustento, y sabed que compareceréis ante Él} [Corán 67:15]. Al-lah nos ordena en este versículo transitar por la tierra y comer de Su sustento, en esto hay un gran indicativo de que tenemos que buscar los medios para ganarnos ese sustento; y esto depende de la naturaleza de cada persona: hay a quienes les es más propicio trabajar en el campo del comercio, otros en la industria, otros en la agricultura, etc., etc. Y después dice Al-lah: {… y sabed que compareceréis ante Él…}, esta es una gran advertencia sobre ganarse el sustento a través de medios que Al-lah ha prohibido, puesto que todos Sus siervos retornarán ante Él y serán juzgados por ello.
Por tanto, el Islam es la religión de la sencillez, la facilidad y el desarrollo, y no de la dificultad, la precipitación, la pereza y el caos.
Le pedimos a Al-lah, Alabado sea, el Generoso, el Dadivoso, el de vasto favor, que nos agracie con la firmeza en el Islam y nos haga morir siendo musulmanes; ciertamente Él es Generoso, Magnánimo.
Pidan bendiciones por el Profeta Muhammad, tal como Dios se los ordena: {Ciertamente Al-lah y Sus Ángeles bendicen al Profeta. ¡Oh, creyentes! Pidan bendiciones y paz por él}; y dijo el Profeta Muhammad, sal-lal-lahu ‘alaihi wa sal-lam: “A quien pide a Al-lah, Glorificado sea, una bendición para mí, Al-lah lo recompensa por esta acción con diez bendiciones”.
¡Oh Al-lah! Da bendiciones y paz a nuestro Profeta Muhammad, a sus familiares, a todos sus discípulos y a quienes sigan su guía de buena manera hasta el Día del Juicio. ¡Oh Al-lah! Da tu complacencia a todos los discípulos de Tu Mensajero, de quienes fueron destacados Abu Baker, Omar, ‘Uzman y ‘Ali. Complácete también con todos los seguidores de estas nobles personas, quienes siguen su guía hasta el Día del ajuste de cuentas, y con nosotros los presentes, pues Tú eres en verdad el más Clemente.
¡Oh Al-lah! Enaltece y dignifica al Islam y a los musulmanes, protégenos del mal de nuestros detractores, y líbranos de los problemas del encarecimiento de los productos, la propagación de enfermedades, de la usura y el interés monetario, del adulterio y la fornicación, de los terremotos, de las dificultades y las tribulaciones, y de la perversión y corrupción oculta y evidente.
¡Oh Al-lah! Perdónanos y perdona a nuestros hermanos creyentes que ya fallecieron, y no hagas que en nuestro corazón se encierre el desprecio y el odio por los que han creído en Ti como se debe. Tú eres el más Bondadoso y Misericordioso.