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¿Estamos solos?: El mundo de los yinn
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Aisha Stacey
Traducción: Lic. M. Isa García
2014 - 1435
عالم الجن
« باللغة الإسبانية »
عائشة ستايسي
ترجمة: محمد عيسى غار سيا
2014 - 1435
El mundo de los yinn
¿Qué es un yinn?
A lo largo de la historia, la humanidad se ha sentido atraída por lo sobrenatural. Espíritus, fantasmas y muchas otras criaturas extrañas, han llenado nuestras mentes y capturado nuestra imaginación. Espectros extraños y seductores a veces han llevado a la gente a cometer el mayor de los pecados: el Shirk[1]. ¿Son reales estos espíritus? ¿Se trata de algo más que ficciones de nuestra imaginación, o sombras moldeadas por el humo y la ilusión? Bien, según los musulmanes, ellos son muy reales. Los espíritus, fantasmas, almas en pena, duendes y espíritus chocarreros pueden ser explicados cuando uno entiende el concepto islámico de espíritus: el mundo de los yinn.
Yinn no es una palabra completamente ajena al español, pues tiene su equivalente en la palabra castiza genio. La televisión y el cine han hecho su parte en retratar a los genios como criaturas juguetonas capaces de cumplir todos los deseos de la humanidad. El genio de la serie de televisión “Mi bella genio” era una joven que siempre se las arreglaba para armar travesuras divertidas; y en la película animada de Disney “Aladino”, el genio era representado como un gigante adorable. A pesar de esto, los yinn no son parte de una inofensiva historia de hadas, son muy reales y pueden plantear una amenaza real para la humanidad.
Sin embargo, Dios, el Más Sabio, no nos ha dejado indefensos. Él explicó la naturaleza de los yinn de manera muy clara. Conocemos sus métodos y motivos gracias a que Dios nos reveló esas cosas en el Corán y en las tradiciones del Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él). Él nos ha dado las “armas” para protegernos, y los medios para resistir su persuasión. No obstante, primero debemos tener claro qué son exactamente los yinn.
La palabra árabe yinn proviene del verbo yanna, y significa ocultar o disimular. El yinn es llamado así porque se oculta de la vista de la gente. Las palabras yanín (feto) y miyann (escudo) provienen de la misma raíz[2]. Los yinn, como su nombre sugiere, normalmente son invisibles a los humanos. Ellos son parte de la creación de Dios. Fueron creados del fuego antes de la creación de Adán y la humanidad.
“He creado al ser humano de arcilla, un barro maleable. Y al yinn lo había creado ya antes de fuego”. (Corán 15:26-27)
Según las tradiciones del Profeta Muhammad, los ángeles fueron creados de luz, los yinn de fuego, y la humanidad de “lo que se te ha descrito” (es decir, arcilla)[3]. Dios creó a los ángeles, a los yinn y a los humanos con el único propósito de que Lo adoren.
“No he creado a los yinnes y a los seres humanos sino para que Me adoren”. (Corán 51:56)
Los yinn existen en nuestro mundo, pero viven por cuenta propia. Tienen su propia naturaleza y características distintivas, y generalmente se mantienen ocultos de la humanidad. Los yinn y los humanos tienen algunos rasgos comunes, el más importante de los cuales es el libre albedrío, y con él la habilidad de elegir entre el bien y el mal, lo correcto y lo incorrecto. Los yinn comen y beben, se casan, tienen hijos y mueren.
“He creado muchos yinnes y seres humanos que irán al Infierno [a causa de sus obras]. Tienen corazones pero no pueden comprender, ojos pero no pueden ver y oídos pero no pueden oír (la verdad)”. (Corán 7:179)
El erudito islámico Ibn Abd Al Barr dijo que los yinn tienen diversos nombres y son de varios tipos. En general, se los denomina yinn. Un yinn que vive entre la gente (aparición o residente) es llamado ámir; y si es del tipo de yinn que se apega a un niño, se le llama arwah. Un yinn malvado a menudo es llamado shaitán (demonio), y cuando hay más de un demonio, se les llama márid; y el yinn más malvado y poderoso se denomina ifrit (su plural es afárit)[4]. En las tradiciones del Profeta Muhammad los yinn están divididos en tres clases: los que tienen alas y vuelan en el aire, los que se asemejan a perros y a serpientes, y los que viajan continuamente[5].
Entre los yinn están quienes creen en Dios y en el mensaje de todos los profetas de Dios, y quienes no. También están quienes abandonan sus acciones malvadas y se convierten en creyentes verdaderos, fieles y pacientes.
[¡Oh, Muhammad!] Di: “Me ha sido revelado que un grupo de yinnes dijeron, al escuchar [la recitación del Corán]: ‘Hemos oído una recitación maravillosa que guía al sendero recto. Creemos en la recitación y no caeremos en la idolatría adorando a otro que Dios”. (Corán 72: 1-2)
Los yinn son responsables de sus actos ante Dios y están sujetos a Sus mandatos y prohibiciones. Serán llamados a rendir cuentas y entrarán al Paraíso o al Infierno. Los yinn estarán presentes con la humanidad en el Día de la Resurrección y Dios se ocupará de ambos.
“[Y se les preguntará:] ‘¡Oh, comunidad de yinnes y de seres humanos! ¿Acaso no se les presentaron Mensajeros para transmitirles Mi mensaje y advertirles de este día?’ Responderán: ‘Sí, y atestiguamos en contra nuestra’”. (Corán 6:130)
Así que ahora sabemos que los seres sobrenaturales existen. No estamos solos. Ellos son criaturas que viven con nosotros, pero aparte de nosotros. Su existencia ofrece una explicación para muchos sucesos extraños e inquietantes. Sabemos que los yinn son tanto buenos como malos, aunque los malhechores superan a los creyentes.
El concepto del Diablo siendo un ángel caído es una de las doctrinas del cristianismo; pero de acuerdo al Islam, Shaitán es un yinn, no un ángel. Dios habla mucho acerca del Shaitán en el Corán. En la segunda parte, expondremos más acerca de Satanás y de lo que causó que fuera expulsado de la misericordia de Dios.
¿Quién es Shaitán?
Satanás (Shaitán) fue la causa del primer pecado cometido, y hasta el día de hoy atrae a la gente hacia la incredulidad, la opresión y la transgresión.
¿Satanás (Shaitán) es un yinn?[6] Satanás, Shaitán, Diablo, Iblís, la personificación del mal, es conocido por muchos nombres. Los cristianos suelen llamarlo Satanás, para los musulmanes es conocido como Shaitán. Nos es presentado por primera vez en la historia de Adán y Eva, y aunque las tradiciones cristiana e islámica tienen mucho en común, hay ciertas diferencias notorias.
La historia de Adán y Eva es bien conocida, y un recuento profundo de la versión islámica puede hallarse en este mismo website[7]. Ni el Corán ni las tradiciones del Profeta Muhammad (Dios lo bendiga) indican en modo alguno que Satanás se hubiera acercado a Adán y Eva en forma de culebra o serpiente. Tampoco indican que Eva fuera la más débil de los dos ni que hubiera tentado a Adán a desobedecer a Dios. La realidad fue que Adán y Eva no tenían experiencia respecto a los susurros y estratagemas de Satanás, y sus tratos con él siguen siendo una lección vital para toda la humanidad.
Satanás estaba celoso de Adán y se negó a obedecer la orden de Dios de postrarse ante él. Dios nos informa de esto en el Corán:
“Todos los ángeles hicieron la reverencia, excepto Iblís, que se negó a ser de quienes hicieron la reverencia. Dijo [Dios]: ‘¡Oh, Iblís! ¿Por qué no te cuentas entre quienes hicieron la reverencia?’ Dijo: ‘No he de hacerla ante un ser humano [que es inferior a mí], al que has creado de arcilla, de barro maleable’. Dijo [Dios]: ‘Sal de aquí, pues te maldigo. Serás maldito hasta el Día del Juicio’”. (Corán 15:30-35)
Satanás fue arrogante y sigue siendo arrogante hoy día. Desde ese momento, hizo el voto de desviar y engañar a Adán, Eva y sus descendientes. Cuando fue expulsado del Paraíso, Satanás le prometió a Dios que si lo mantenía con vida hasta el Día del Juicio, trabajaría sin descanso para engañar a la humanidad. Satanás es astuto y hábil, pero su mayor arma está en que entiende la debilidad de los seres humanos, reconoce sus pasiones y deseos, y utiliza toda suerte de trucos y engaños para llevarlos lejos de la senda de la rectitud. Él comenzó a hacer atractivo el pecado para la humanidad, y los tentó con cosas malvadas y actos inmorales.
“Así confirmó Iblís su afirmación: ya que todos lo siguieron excepto un grupo de creyentes”. (Corán 34:20)
En árabe, la palabra Shaitán puede referirse a cualquier criatura arrogante e insolente, y es aplicada a esta criatura en particular debido a su insolencia y su rebelión hacia Dios. Satanás (Shaitán) es un yinn, una criatura que puede pensar, razonar, y que tiene libre albedrío. Está lleno de desesperación, porque entiende todo el significado de ser negado de la misericordia de Dios. Satanás prometió que no sería el único habitante del Infierno, y su deseo es llevar consigo a tantos yinn y seres humanos como le sea posible.
“Dijo también (Iblís): ‘¿Por qué lo has honrado más que a mí? Si me das tiempo hasta el Día de la Resurrección desviaré a la mayoría de sus descendientes.’ (Corán 17:62)
Dios nos advierte por todo el Corán de la enemistad de Satanás. Él es capaz de engañar, desviar y hacerle trampa a la gente fácilmente. Es capaz de hacer que el pecado parezca una autopista hacia el Paraíso, y a menos que cada persona tenga cuidado, fácilmente puede ser engañada. Dios Todopoderoso dice:
“¡Oh, hijos de Adán! Que no los seduzca el demonio”. (Corán 7:27)
“El demonio es para ustedes un enemigo, tómenlo como un enemigo”. (Corán 35:6)
“Quien tome al demonio como aliado en lugar de Dios, estará evidentemente perdido”. (Corán 4:119)
Como hemos comentado, el objetivo final de Satanás es alejar a la gente del Paraíso, pero también tiene objetivos a corto plazo. Él trata de llevar a la gente hacia la idolatría y el politeísmo. Atrae a las personas a cometer pecados y actos de desobediencia. Es correcto decir que cada acto de desobediencia que es odiado por Dios, es amado por Satanás, él ama la inmoralidad y el pecado. Él susurra en los oídos de los creyentes, interrumpe la oración y el recuerdo de Dios, y llena nuestras mentes con asuntos sin importancia. Ibn Al Qaiem dijo: “Una de sus tretas es que siempre hechiza la mente de las personas hasta que son engañadas, haciendo atractivo a la mente todo aquello que la perjudica”.
Te dice que si gastas tu dinero en caridad, te quedarás pobre, y te susurra que emigrar por la causa de Dios te llevará a la soledad. Satanás siembra la enemistad entre la gente, infunde la duda en las mentes de las personas, y provoca divisiones entre marido y mujer. Tiene una experiencia amplia en el campo del engaño. Tiene trucos y tentaciones, sus palabras son suaves y atractivas, y tiene tropas de ayudantes, tanto de humanos como de los yinn. Si bien, como vimos en el artículo anterior, entre los yinn también hay creyentes, la mayoría son corruptores o malhechores. Trabajan de buena gana y con alegría para Satanás, asustando, engañando y, finalmente, destruyendo a los verdaderos creyentes en Dios.
En el próximo artículo, veremos dónde se reúnen los yinn, cómo reconocer sus señales, y cómo protegernos a nosotros mismos y a nuestras familias de sus fechorías.
Los yinn existen entre nosotros, pero aparte
Dónde viven los yinn y cómo protegernos de ellos.
¡No estamos solos! Esta afirmación suena un poco a anuncio de película de ciencia ficción. Podría ser solo eso, pero no lo es. Es verdad que no estamos solos aquí en la Tierra. Somos criaturas de Dios, pero no somos las únicas criaturas de Dios. En los dos artículos anteriores, hemos aprendido mucho acerca de los yinn. Los yinn son tanto masculinos como femeninos, buenos y malos, creyentes e incrédulos.
Los yinn existen en nuestro mundo, pero están separados de él. Shaitán es un yinn, y tiene seguidores tanto entre los humanos como entre los yinn. Ahora que entendemos que no estamos solos, se hace necesario reconocer señales que indican la presencia de los yinn y saber cómo protegernos de sus fechorías y crímenes.
“He creado al ser humano de arcilla, un barro maleable. Y al yinn lo había creado ya antes de fuego”. (Corán 15:26-27)
“No he creado a los yinn y a los seres humanos sino para que Me adoren”. (Corán 51:56)
Debido a que los yinn comparten este mundo con nosotros, debemos conocer sus lugares de vivienda. Los yinn tienden a reunirse, a veces en grandes números, en ruinas y lugares desiertos. Tienden a reunirse en lugares de inmundicia, basureros y cementerios. Los yinn a veces se congregan en lugares donde les resulta fácil hacer fechorías y caos, como los mercados.
En las tradiciones del Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Dios sean con él) hallamos que algunos de los compañeros le aconsejaron a la gente que no fueran de los primeros en entrar ni de los últimos en salir de los lugares de mercado, porque esos eran los campos de batalla de los demonios y los corruptores[8].
Si un shaitán escoge una vivienda humana como su propio lugar de estancia, se nos dan las “armas” a través de las cuales podemos expulsarlo de nuestro hogar. Ellas incluyen decir Bismillah (comienzo en el nombre de Dios), recordar a Dios con frecuencia, y recitar algunas palabras del Corán, pero en especial, los capítulos dos y tres. Los yinn también huyen cada vez que escuchan la llamada a la oración.
El Profeta Muhammad explicó que los yinn se congregan en grandes números y se dispersan al caer la noche. Nos ordenó que mantengamos a los niños dentro al anochecer por esta razón[9]. También nos dijo que los yinn tienen animales, y que la comida para sus animales es el estiércol de los nuestros.
En ocasiones, animales que pertenecen a la humanidad son asociados con los yinn. Por ejemplo, muchos de los yinn son capaces de tomar la forma de serpientes, y el Profeta Muhammad se refirió a los perros negros como demonios. También dijo: “No recen en corrales de camellos, pues los demonios habitan allí”[10]. Él asoció a los camellos con los yinn debido a su naturaleza agresiva.
Hay muchas formas en que nos podemos proteger a nosotros mismos y a nuestras familias de las fechorías causadas por los yinn. La más importante es acudir a Dios y buscar Su protección, hacemos esto apegándonos a las palabras del Corán y a las enseñanzas del Profeta Muhammad. Buscar refugio en Dios nos protegerá de los yinn y los demonios. Debemos buscar Su protección cuando entramos al baño[11], cuando nos enojamos[12], antes de tener relaciones sexuales[13], y antes de descansar en un viaje o de viajar por un valle[14]. También es importante buscar refugio en Dios cuando leemos el Corán.
“Cuando recites el Corán refúgiate en Dios del demonio maldito. El demonio no tiene poder sobre los creyentes que se encomiendan a su Señor”. (Corán 16:98-99)
Entender la naturaleza de los yinn hace posible entender algunos de los fenómenos extraños que ocurren en nuestro mundo actual. La gente acude a los adivinos y psíquicos para ver el futuro o lo desconocido. Hombres y mujeres en la televisión y el internet afirman que pueden hablar con los muertos y transmiten secretos e información misteriosa. El Islam nos enseña que eso no es posible. Los adivinos y astrólogos alegan que pueden predecir el futuro y leer las personalidades por la alineación de las estrellas y otros cuerpos celestes. El Islam nos enseña que eso tampoco es posible.
Sin embargo, en el pasado remoto, los yinn eran capaces de ascender a los cielos. En esa época, eran capaces de espiar y obtener información sobre los acontecimientos antes de que ocurrieran. Durante la época del Profeta Muhammad, la protección celestial fue reforzada y continúa así hasta el día de hoy. Los yinn ya no están en capacidad de espiar las conversaciones en el reino celestial.
“Quisimos acceder al cosmos, pero lo encontramos lleno de guardianes severos y meteoritos, a pesar de que buscábamos posiciones apropiadas del cosmos para escuchar [la revelación], pero todo aquel que intenta ahora escuchar encuentra un meteoro que lo acecha. Y [ahora sabemos que los seres creados] no podemos saber si se ha destinado algún mal para quienes están en la Tierra o si su Señor quiere guiarlos”. (Corán 72:8-10)
El Profeta Muhammad explicó el significado de estos versículos: “Cuando Dios ha ordenado algún asunto en el cielo, los ángeles golpean sus alas en obediencia a Su mandato. Y eso suena como una cadena arrastrada sobre una roca. Ellos (los ángeles) dicen (entre sí): ‘¿Qué ha dicho tu Señor? Algunos contestan: ‘La Verdad. Él es el Sublime, el Grande’ (Corán 34:23). Entonces, aquellos que logran escuchar a hurtadillas (es decir, los demonios o yinn) se paran uno sobre el otro. Una llama puede alcanzar y quemar al espía antes de que transmita la noticia al que está bajo él, o puede que no lo alcance hasta que haya pasado la noticia al que está debajo suyo, quien a su vez la pasa al que está bajo él, y así sucesivamente hasta que se transmiten las noticias a la Tierra”[15].
Los yinn son capaces de tomar un grano de verdad y mezclarlo con mentiras para confundir y enredar a la gente. Los fenómenos extraños, aunque desconcertantes y en ocasiones atemorizantes, no son más que fechorías diseñadas para alejar a la gente de Dios. A veces, los demonios humanos y los demonios yinn se unen para engañar a los creyentes y llevarlos a cometer el pecado de shirk (adorar a otros distintos a Dios).
A veces en este mundo extraño y maravilloso, enfrentamos pruebas y tribulaciones que a menudo parecen llegar a abrumarnos. Hacerles frente a las fechorías y malas intenciones de los yinn parece ser una prueba incluso mayor. Sin embargo, es reconfortante saber que Dios es la fuente de todo poder y de toda fortaleza, y que nada ocurre sin su permiso.
El Profeta Muhammad nos dijo que las mejores palabras para buscar la protección de Dios de las malas obras de los humanos y los yinn, son los últimos tres capítulos del Corán. En ocasiones tenemos que enfrentar los crímenes de los yinn, pero Dios es nuestro refugio, y acudir a Él es nuestro rescate. No hay más protección que la protección de Dios, solo a Él adoramos y solo a Él acudimos en busca de ayuda.
[1] Shirk: Es el pecado de idolatría o politeísmo. El Islam enseña que hay un Único Dios, Solo, sin asociados, compañeros, descendientes ni intermediarios.
[2] Ash-Shibli, Aakam Al Miryan fi Ahkam Al Yan. p. 7.
[3] Sahih Múslim.
[4] Aakam Al Yan. 8.
[5] At-Tabarani, Al Hakim y Al Baihaqui.
[6] Al Ashqar, ﷻ. (2003). El mundo de los yinn y los demonios. Islamic Creed Series. International Islamic Publishing House: Riad. Y Shaij Ibn Al Qaiem, en Ighazat Al Lahfan.
[7] http://www.islamreligion.com/articles/1190/
[8] Sahih Múslim.
[9] Sahih Al Bujari, Sahih Múslim.
[10] Abu Dawud.
[11] Ibíd.
[12] Sahih Al Bujari, Sahih Múslim.
[13] Ibíd.
[14] Ibn Máyah.
[15] Sahih Al Bujari.